domingo, 6 de mayo de 2012

Desde La Ribera Del Manzanares. Málaga F.C.

Hasta siempre capitanes.
 Tarde-noche de despedidas. Ultimo partido del curso en el Calderón y adiós a dos capitanes. Perea y Antonio López dijeron hasta siempre con casi 600 partidos a sus espaldas. El colombiano que se marcha dejando el record de extranjero con más partidos jugados y el canterano, triste, por no poder superar sus problemas de vértigos. Seguro que volverán al club de sus amores a no mucho tardar. Gracias y suerte.

Se presentaba el Málaga F.C. más crecido que nunca en las postrimerías del campeonato. Con una ventaja de cinco puntos sobre nosotros y creyéndose sus posiblidades de atacar, incluso, el tercer puesto en manos del Valencia durante toda la temporada. Con Cazorlita y Rondón, Eliseu e Isco y un general en defensa llamado Demichelis, los de Pellegrini se pusieron rápido manos a la obra. Dominio claro y ocasiones más claras aún durante la primera mitad, metieron el miedo en el cuerpo a jugadores atléticos y aficionados mojados. Con Tiago y Mario incapaces de parar la magia de los jugones malacitanos, los locales fueron reculando, reculando, tanto, que Eliseu se sacó de su zurda un cañonazo que estremeció la escuadra de Courtouis y de los cimientos de las posibilidades que quedaban de jugar la Champions el año próximo.

Pero no fue el único susto. Rondón falló lo infallable, pegándola mal, tras regalo de la zaga local, e Isco, esa joya, perdió un mano a mano ante la colosal envergadura de nuestro guardameta belga. ¿El Atleti?...bien, gracias. Sin cogerle el aire a la velocidad del césped mojado, sus intentos se iban a la linea de fondo. Con un Diego fallón y sin las picardías del turco Turan, el área de creación  se quedaba muy espesa. No obstante, la pólvora, de vez en cuando se seca, y teniendo a tipos del calibre  de Adrián y Falcao no hay enemigo que deba dormirse en los laureles. Y fue en una contra clara, quizás la única contra clara de la primera mitad, en la que el asturiano sirvió magistralmente al colombiano para que este fallara lo que quizás no ha fallado en su vida. Algo increíble.
Ellos dos le dieron la vuelta al marcador.
 Tras la reanudación el escenario cambió. Pellegrini mandó a los suyos unos metros más atrás y cavó, así, su propia fosa. Simeone introdujo a Koke por el gris Mario y el equipo empezó a carburar. Sin prisa pero sin pausa se fueron sucediendo las llegadas a la meta de Kameni, al mismo ritmo que Courtouis bostezaba. Con Un Filipe imperial, cuchillo por la izquierda, más el niño Koke, ojo a Koke, los malacitanos no daban crédito a lo que les pasaba. De poder haber sentenciado en los primeros 45 el partido y el pase a Europa, se veían ahora superados por tierra, mar y aire.
En el ´66 llegaba el gol de Koke tras un mal despeje de Kameni y diez minutos después, Adrian, el que algún día irá a la Selección, solventaba un mano a mano que dejaba con cara de bobos a los costasoleños. Quisieron ellos enmendar el desaguisado con un par de llegadas peligrosas que el meta belga se encargó de desbaratar, una de ellas, la más clara, agrandándose ante Seba Fernández.
Aún así siguen dependiendo de si mismos para alcanzar el cuarto puesto. Reciben el último día al Sporting de Gijón que todavía tiene opciones de salvarse, mientras que nosotros visitamos a Villarreal que, también tiene opciones de salvación. Las cuentas para nosotros son claras. Ganar nosotros y que ellos no ganen. Su empate también nos sirve.
"El Tigre" no escapó hoy de las redes malagueñas.
Pero hasta el próximo domingo en que todo se decida, aún queda un mundo. Un universo en forma de final de Europa League. Otra cita histórica este miércoles cuyo resultado condicionará muchas cosas. Bucarest y Villarreal son la últimas estaciones del curso 2011-12 que harán que nuestra temporada se convierta o en histórica o en, simplemente, una de tantas.
¿Mi opinión personal?...Diré, parafraseando a Mourinho que: "Merecemos ganar".

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