ZP absorto en la más cruda realidad. |
Al menos dió la cara, y sin que nadie se lo pidiera (Para qué?) salió rodeado por su guardia de corps y lanzó un mensaje tristísimo, un lamento doloroso exento del mínimo orgullo. Un hombre hundido que, atónito, comprueba que no le quieren ni en su casa, y constata, horrorizado, que todo el peso de unas ideas, toda la historia de una formación política le cae encima como una losa. Tremendo, o así me lo pareció a mí. Y que decir de su equipo, esos compañeros/as que tras darlo todo, bajan al pozo de la segunda división, lastrados por su falta de calidad y, por supuesto, por el derroche de mediocridad de una directiva que se aferra al poder de un modo vergonzante. A ese poder que desde ayer no debería pertenecerles. Si hubiera dignidad.
Y cuanto más escribo más triste me siento. Por eso no quiero ni comentar los resultados. Sería fácil arremeter contra esos votantes que perpetúan el golferío; Contra esos imputados que sacan pecho 5 minutos antes de que se lo partan en los tribunales; Me gustaría analizar la reentré de Bildu en las instituciones, demonizada por los vencedores mientras aplauden la llegada de Cascos. Me gustaría... En fin, me voy a morder la lengua porque bastante tengo con lo mío. Bastante tengo, como bastante tiene el socialismo español con empezar su travesía del desierto. Y cuanto antes empezaran mejor.
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