Goya, leyendas, curiosidades y rumores.

Cómo indico en el título del post, no pretendo hacer una biografía de Goya porque ya existen muchas, y muy buenas, además que una entrada de blog no es el lugar adecuado para glosar la vida y obra del genial aragonés. Me quedaría sin el Giga de capacidad que me otorga este blog sin haber cubierto ni la mitad de lo que este hombre vivió y trabajó. Me conformo con relataros algunas anécdotas, curiosidades, medias verdades o rumores que corrieron, y aún hoy son objeto de estudio, en vida del artista y posteriormente a su muerte. No voy a usar fechas aburridas, ni detalles que no sean escabrosos, al más puro estilo periodístico, incluso del corazón, tan en boga hoy día.

Pero vayamos al principio, a la primera anécdota, que versa sobre lo que le costó al genio obtener el título de Maestro de Pintura. Curioso no? qué uno de los mayores exponentes de la Pintura universal necesitara de al menos 3 intentos para aprobar el examen dice bién a las claras, o lo nervioso que se ponía ante la cita, o que el nivel de exigencia era altísimo. Bromas aparte, el caso es que lo consiguió con esta soberbia crucifixión que hoy cuelga en el Museo del Prado.

Crucifixión

Otro de los rumores más recurrentes y graciosos hace referencia a la tacañería del artista. Era de tal calibre que se asegura que en los múltiples retratos que realizó en el ámbito privado, si el retratado quería que se le vieran las manos, debía pagar un suplemento. Por ello, si nos fijamos, no aparecen muchas manos en sus obras de encargo, a veces tras la espalda, a veces guardadas en chaquetas o enfundadas en guantes. Las malas lenguas decían que las cobraba aparte porque le resultaba dificultoso pintarlas. Bueno, no sé, el caso es que a Goya le gustaba el dinero, y sí, es verdad que no entregó algunas obras porque no le pagaban lo convenido, incluso a personas o instituciones que ya habían sido clientes suyos. Atesoró una buena cantidad de obras, hoy maestras, y probablemente dinero, pues no consta que pasara apuros en la última etapa de su vida en Burdeos. Llegó a Francia incluso con una pensión de ex-Pintor de Cámara. Lo que no sabía D. Francisco era, que al poco de su muerte, su hijo Javier vendió en subasta en un hotel parisino, todo su legado. Es lo que tiene tanto ahorrar, pensando en los hijos.
La maja desnuda a punto estuvo de costarle a nuestro héroe un serio disgusto. Cuando Godoy, el Ministro de Carlos IV, cayó en desgracia, se le requisaron todos sus bienes, y oh sorpresa, en una habitación secreta de su casa, se encontraron unas cuantas pinturas de temática erótica. Allá que fué la Santa Inquisición pues, ni que decir tiene, eso estaba totalmente prohibido. Había obras de Tiziano, Velázquez y ambas majas, vestida y desnuda, entre otras. Se llamó a declarar a Goya que tuvo que explicar cómo se le había ocurrido hacer aquello. Se libró alegando que no podía negarse a un encargo de Godoy, en ese momento la persona con más poder, tras el Rey, en España, y sobre todo porque el propio Rey salió en defensa de su Pintor de Cámara. En cuanto a la modelo corrieron rios de tinta, y hasta hace bién poco se aseguraba que era la duquesa de Alba. Guarda cierto parecido, es verdad, pero hoy ya se sabe que era Pepita Tudó, amante de Godoy, y que ambos cuadros formaban parte de un juego de resortes y poleas que alternaban su visión. Una especie de ahora te veo desnuda, ahora vestida... una pasada para la época, con la que Godoy fardaría mucho en sus noches de fiesta con los amigotes.

Pepita Tudó, desnuda

A propósito de la duquesa de Alba, su historia con Goya es de las más recurrentes y la que ha hecho correr más rumores en su época. Yo estoy totalmente convencido de que el Maestro estaba loco por ella. No es descabellado pues era una mujer de bandera. Guapa, porque lo dijeron todos los que la conocieron, inteligente, cultivada y con poderío pues no en vano era, tras el Rey, la persona de más alta alcurnia del reino. El Maestro se enamoró de ella como un chiquillo porque pasó mucho tiempo a solas con ella. La retrató varias veces, y en los retratos se ve una mirada sobre la modelo que no se ve en otros retratos de mujeres. Correspondido? creo que no. Era mayor que ella, estaban casados ambos, ella una Grande de España, él un humilde aragonés medio sordo... no sé, creo que ella le admiraba como artista y le gustaba su compañía, pero de ahí a llegar más lejos... quién sabe? El primer trabajo de Goya para Cayetana fué: maquillarla!!! Cada vez que había una fiesta en palacio pintaba los coloretes y ese fondo de cara blanco en la duquesa. Después vendrían varios retratos, de lo mejor del Maestro, e incluso la incluyó en su serie de los Disparates, posteriormente, caricaturizándola y en tono un poco despectivo, quién sabe si ya despechado por haber sido rechazado por ella. Pero si hay un retrato que desató la rumorología es el que os presento aquí abajo. La duquesa, visiblemente enfadada, señala al suelo con su dedo, donde se puede leer (quizás en esta foto no se aprecie bién) SOLO GOYA escrito en la arena. Que significaba esto? una declaración de amor? reconciliación tras una pelea? no lo sabemos, es mejor que vosotros mismos juzguéis y saquéis vuestras propias conclusiones.

La duquesa

Y para terminar, una información que no se supo en su época, y ahora con los avances de la medicina si.Se puede asegurar que la causa de la grave enfermedad que sufrió el Maestro, y le provocó la sordera que le agrió el carácter, fué el saturnismo, una enfermedad provocada por intoxicación de derivados del plomo. Derivados que utilizaba, mezclando con el color blanco, para resaltar y hacer brillar, por ejemplo, las medallas que ostentaban casi todos sus retratados. Estuvo a punto de morir. Sólo su enorme fuerza le sacó de las garras de la muerte, y aunque con secuelas físicas, Goya renació como un nuevo artista. Dicen que los sordos son desconfiados, es posible, se encerró en sí mismo, se volvió huraño y solitario, pero a cambio, dejó para la posteridad lo mejor de su obra. El mejor Goya no es el Pintor de Cámara, ni el retratista de la burguesía, es el Goya de las Pinturas Negras, que trabaja con las tripas y el corazón, y plasma los fantasmas que pueblan su cabeza, ese Goya admirado por las generaciones posteriores de pintores, que vieron en él a un Genio de los sentimientos más reales.

Duelo a garrotazos de la Quinta del Sordo.