lunes, 13 de septiembre de 2010

Herculano, Pompeya y Nápoles, capítulo II

Hace poco leí que habían sido detenidos varios empleados de las excavaciones de Pompeya, al ser descubierto un tunel que iba del propio yacimiento a una casa cercana. La ciudad pompeyana está excavada sólo al 40%, lo que explica el expolio. Deben ser innumerables los tesoros que aguardan aún bajo la ceniza y piedra pómez. Las investigaciones apuntan a La Camorra, esa organización mafiosa napolitana que extiende sus tentáculos, también como no, al negocio de obras de Arte robadas. Parece ser que es vox populi que los mafiosos pagan a personas que trabajan dentro,  para ser informados de movimientos y nuevos descubrimientos en que los arqueólogos trabajan.
Triste, sin duda, aunque esto es una cosa que viene de antiguo. Alemanes, franceses e ingleses tienen sus museos llenos de expolios perpetrados a principios del siglo XX, aún con justificaciones tan espúreas como las británicas, que argumentan que fueron compradas legalmente a las autoridades. Si, a las autoridades ilegítimas, como los frisos del Partenón, que se compraron por un precio irrisorio al gobierno turco que ocupaba por la fuerza toda Grecia. No es lo mismo, pensareis, y es verdad, no es lo mismo porque la mafia vende a particulares que exhiben los tesoros en sus casas, y en los museos, al menos, podemos disfrutarlos todos. No es lo mismo, pero es parecido, porque el caso es que no los explotan los propios dueños.
Teatro pequeño, Pompeya.
En fin, dicho lo cual, a pesar de los expolios sistemáticos que se han llevado a cabo en los varios yacimientos que rodean el Vesubio, lo visitable es de tal magnitud que lo convierte en una parada ineludible para cualquier amante de la cultura clásica. Porque creo que el principal atractivo de esta ciudades no es tanto las estatuas, joyas y demás accesorios, como las propias piedras y estructuras, calles, termas, teatros y anfiteatros, que nos permiten hacernos una composición de la vida diaria de aquellas gentes y dirigentes en el primer siglo de nuestra era.
La primera ciudad en ser descubierta fué Herculano en 1738, 10 años después lo fué Pompeya, pero el auténtico artifice de sacarlas a la luz fué el monarca español Carlos III, entonces también rey de Nápoles, a partir de 1760. Aunque ahora, con su vecina Herculano, parezcan ciudades iguales, en realidad no lo eran. Herculano era una ciudad residencial, más pequeña, una especie de urbanización de fin de semana y vacaciones, tal y como la llamaríamos ahora. Todo es más refinado, las casas más suntuosas en general, aunque en Pompeya también las hay lujosas y mucho. Pompeya, en cambio, era una gran urbe comercial, cruce de caminos y con un puerto activo que atraía a marineros y viajantes. Una ciudad de servicios, llena de tabernas, prostíbulos, tiendas, pensiones, templos y otras infraestructuras para el ocio. El estado de conservación de ambas es magnífico, aunque yo personalmente si solo tuviera tiempo para visitar una, recomendaría Herculano, por estar todo lo interesante
más concentrado. En Pompeya, muchas veces caminas y caminas entre manzanas de casas destruidas sin interés alguno. Si tienes 2 días o más, visita las 2 puesto que se complementan perfectamente, es decir, en Herculano tienes las casas más juntas, pero en Pompeya los edificios públicos son espectaculares, por ejemplo. ¿Gente?... toda, y más cuando percibes que un autocar ha dejado a 60 personas de golpe, guiadas por el/la del paraguas, que van a toda leche a ver los mejores sitios y, seguramente, procedentes de un crucero. Escapa entonces y deja que pase la marabunta.
De esa manera no captas bién lo que el yacimiento tiene que contarte, aunque reconozco que como lo hice yo(de apertura a cierre) solo es apto para frikis. Me planté allí un rato antes de que abrieran las puertas, bien pertrechado con cámara-pilas-agua-fruta-sombrero paja-apuntes-agua-camiseta repuesto-agua, y me marché cuando me echaron, habiéndolo visto practicamente todo. Y ojo con esto, porque hay varios lugares cerrados al público que solo te los abren con prenotazione, como por ejemplo las termas suburbanas, que es una de las joyas del yacimiento por guardar las pinturas erótico-pornográficas tan famosas, en sus paredes. Esto de las prenotaziones lo averigué investigando por la red antes de viajar. También cogí la audiogía(recomendable) que con cortas y precisas explicaciones te entretiene en cada casa, sobre todo si vas sólo. Las pinturas murales es uno de los mayores atractivos por ser, prácticamente, las únicas conservadas in situ en el mundo romano. Las hay a centenares y sobresalen, por encima del resto, las de la Villa de los Misterios, una casa enorme fuera de las murallas, que son de una calidad sorprendente. Ocupan una gran habitación de la villa y componen una especie de rito de iniciación a algún culto de los muchos que se practicaban en esa época.
Pinturas murales Villa de los Misterios.
Otro de los grandes atractivos son los grafitti, los hay por todas partes y de todos los temas: propaganda electoral, declaraciones de amor, insultos, publicidad comercial... geniales, con una bella caligrafía unos, y más toscos otros. Otra cosa que me llamó la atención fueron los lararios, pequeñas urnas u hornacinas de obra, que servían para depositar las figuritas de los dioses protectores de cada casa. Hay un larario en cada casa, preciosos, multicolores, adornados con conchas, pintados con figuras de dioses, de mármol, con pequeñas columnas... cientos, porque conviene recordar que el número de dioses en Roma era infinito, había dioses para todas las actividades de la vida cotidiana y, encima, cuando conquistaban un nuevo pueblo, asimilaban a los dioses de los conquistados. Pero, sin duda, lo más espectacular de la visita son los edificios públicos. Se conservan intactos por estar realizados en piedra, al contrario que la mayoría de casas, que al tener la techumbre con vigas de madera, se derrumbó destrozando casi todos los espacios habitables. Los 2 teatros y anfiteatro de Pompeya, las termas de las 2 ciudades, las calles con sus pasos de peatones, las murallas, las fuentes y el foro de Pompeya, un espacio grandioso que da idea del esplendor de esta ciudad de aprox. 30.000 habitantes. Probablemente cuando visiteis estas maravillas seguiran excavando, lleva siendo así desde hace más de 200 años, con el paréntesis de la II guerra mundial. Hay gente trabajando por todos sitios, cuadrillas de estudiantes de arqueología de todo el mundo. Seguro que algunos de los espacios más bonitos estan cerrados temporalmente cuando vayais, bien por obras, bien por preservar de la marabunta alguna pintura maravillosa, pero no os decepcionará a pesar de todo. Es lo más parecido a retroceder 2000 años o meterse en el gigantesco plató de "una de romanos". Y para finalizar, os dejo en la siguiente entrada un video realizado por mí, a partir de las fotos que tomé aquellos 2 inolvidables días. Salud. 13-9-10.

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