Inauguro hoy etiqueta. Bajo el nombre de Ando Leyendo... hablaré sobre el libro que me estoy metiendo entre pecho y espalda en cada momento. Vaya por delante que, aún siendo un lector de a diario, no soy versado en literatura... Bueno, ni en literatura ni en casi nada más. "Aprendiz de mucho, maestro en nada", como decía mi padre. Lector impenitente, eso si, casi siempre nocturno pues no soy capaz de concentrarme a otras horas del día... Mi par de capitulitos antes de dormir no me los quita ni el sueño...
Y para empezar, la novela que da título a la entrada y comienzo a otro apartado del blog. San Camilo 1936, obra del Premio Nobel gallego, escrita en 1969 y que como habréis intuido está ambientada en la Guerra Civil española, concretamente en los tres días clave del alzamiento africanista y que culminaron el 18 de julio de 1936, a la sazón festividad de San Camilo según el calendario católico.
Me gusta esta novela por dos razones: Primera porque me gusta Cela narrando y segunda porque me gusta la Historia. Cela narra como un torrente en esta obra, sin freno ni marcha atrás, te atropella, te avasalla. Es un ejercicio mental constante. Cerca de 200 personajes y ni un punto y aparte, capítulos larguísimos que te obligan a dejar el marcapáginas a merced de la historia. Ya había leído otra novela de Cela escrita con la misma técnica: Mazurca para dos muertos y acabe exhausto. El mismo camino que ahora llevo...Y la segunda razón es que a un amante de conocer los hechos del pasado, por fuerza ha de gustarle el tema de la guerra fraticida española. Cela te apabulla con nombres de Generales y Políticos, calles y plazas, cafés y prostíbulos, incluso letras de canciones, anuncios publicitarios radiofónicos y la clasificación de los corredores españoles en el Tour de Francia de ese año 36. Todo con mucho ritmo pero sin pausa, atropelladamente da la sensación, pero es como un inmenso puzzle que según avanzas, toma forma en tu cabeza. Genial Cela. En cuanto a la historia en si, pues eso, los días en que se produjo el golpe de Estado, la confusión reinante, las noticias sesgadas, el día a día de un pueblo, el madrileño, pequeñoburgués y obrero que se inquieta por las noticias que llegan de Marruecos y Canarias, pero que tampoco se imagina la que se viene encima. Siguen su ritmo cansino de putas y tabernas, en ese Madrid republicano donde todas las izquierdas - Anarquistas, sindicalistas, moderadas - campan por sus respetos. Lo mismo se manifiestan pidiendo armas que se van a dormir la siesta... con igual ardor.
La multitud de protagonistas nos da el mismo número de prismas sobre la vida cotidiana de unas gentes acostumbradas a los vaivenes políticos, que no se asustan porque dos Ministros cambien entre si sus Ministerios, por ejemplo, o que contemplan con justa normalidad que anarquistas y falangistas se crucen cuatro tiros por las calles. Novela costumbrista sobre la capital de un país que vive ajeno a la tragedia que se avecina, y aunque algunos personajes vaticinan sangre, el resto vive viviendo su cotidianeidad, más pendientes del espectáculo por estrenar en el café-teatro, que de los cojones del General Mola. Más atentos al cartel de la corrida de Las Ventas que al paso de Franco de Marruecos a Canarias.
Dice Paco Umbral en el prólogo que no está seguro de si esta obra es una primera parte o una continuación de La Colmena... No importa mucho, la verdad, yo me inclino más por lo primero. En cualquier caso lo que si es seguro es que San Camilo es un magnífico friso de esa sociedad de nuestros antepasados, no tan lejanos, que resultaron perdedores posteriormente, de una guerra que ni se imaginaban.
No hay comentarios:
Publicar un comentario