Triana. Una Historia.

 Triana es una de esas bandas que quedaron en el imaginario de muchos que, como yo, se iniciaron en la música en aquellos lejanos años 70. Tiempos de descubrir, de encontrar unos sonidos que hasta entonces estaban vetados en éste país tan vuelto de espaldas a todo lo que no fuera música comercial o copla. Cierto que ya se escuchaban, un poco clandestinamente, gente como Led Zeppelin, Deep Purple, Hendrix o The Doors, pero estos eran para la generación inmediatamente anterior a la mía. Con la llegada de la Democracia desembarcaron en nuestros oídos melodías nuevas, frescas y que rápido calaron en nuestros ánimos, ávidos de desembarazarse de viejos clichés.


 Por eso la llegada de los sevillanos fue un acontecimiento. De pronto se fusionaban las guitarras españolas con las eléctricas, el órgano Hammond con el quejío flamenco y se entendían las letras. Letras como poesías, misticismo en vinilo, psicodelia de despeñaperros abajo. Y funcionó, vaya si funcionó. Con un primer disco que corrió de boca en boca, El Patio (1975), el mejor para mí, y que preparó el terreno para la exitosa llegada del segundo trabajo: Hijos del Agobio (1977). Jesús De La Rosa y sus chicos habían llegado para quedarse. No fueron los primeros en hacer flamenco-fusión pero si, de largo, los mejores. Y desde entonces su huella está ahí, indeleble, traída una y otra vez por las generaciones posteriores. La lista de grupos deudores de Triana sería interminable. Muchos de ellos ya caminan solos.



 Un tercer álbum les catapultó al estrellato (por supuesto siempre dentro de los límites de su género musical) con ventas millonarias y flirtreos con la comercialidad. Llegados a éste punto, como siempre, aparecieron las envidias, la crítica no dejó bien éste Sombra y Luz (1979), achacando que el sonido había perdido pureza a cambio de llegar a más público. Si bien es cierto que en ese momento el disco se veía como el más flojo de los tres publicados, es un trabajo que envejece bien.  Canciones como Una Historia o Quiero Contarte, están hoy entre las mejores de la Historia del Pop-Rock nacional.

 En pleno apogeo editaron Un encuentro (1980), abrazados, ahora si, a la comercialidad, pero el disco contenía un puñado de canciones fantásticas, una de las cuales llegó a ser nº 1, su único nº 1: Tu Frialdad. También Cae Fina La Lluvia o Un nido En Mi Ventana aportaban empaque a la producción. Decir que, con todas la críticas negativas, éste disco lo hubiera firmado cualquier grupo del momento aquel o del momento actual, sin duda. Posteriormente en los años 81 y 83 llegaron Un Mal Sueño y Llegó El Día, trabajos que quedaron para sus incondicionales únicamente. A pesar de que contenían algún tema rescatable, en general la banda había perdido en su travesía gran parte de su espíritu.


 Estaba claro que Triana, en esos momentos, necesitaba reinventarse, o bien retomar sus arrolladores inicios. Y en ello estaban cuando un 14 de Octubre de 1983, Jesús De La Rosa, el alma mater, moría en un accidente de circulación, poniendo punto y final a la historia de la banda. La voz, teclados y compositor de la mayoría de los temas era, de todo punto, irreemplazable, como así se vió en un intento posterior de los otros dos miembros, "Tele" y Eduardo Rodríguez por refundar el grupo, intento que fracasó estrepitosamernte. Hasta aquí la historia de éste gran grupo que marcó una época, a pesar de su corta historia, y que, como todos los pioneros, está en la Historia de la música de nuestro país con letras mayúsculas. Os he seleccionado cuatro temas, uno de cada uno de los cuatro primeros LP`s, que creo que a los que no los conocierais os van a sorprender. Y a los Trianeros, nada, que los volváis a disfrutar. Salud!!
Luminosa Mañana de El Patio.

Rumor de Hijos Del Agobio.Quiero Contarte de Sombra y Luz.Cae Fina La Lluvia de Un Encuentro.