Será porque de pequeño veía en casa portadas como estas, o peores, será por mi frikismo recalcitrante, o quizás porque, en realidad son tremendas, pero el caso es que me encantan estos diseños, casi siempre de singles, con vestimentas imposibles y en actitudes sonrojantes. De artistas irreconocibles algunos, o monstruos sagrados otros... Poco importa lo que ¿cantaran? en los discos del interior, el daño ya estaba hecho con las fotografías que ilustraban el producto. Todo este soberbio material lo he seleccionado de una grandiosa página llamada Retrozone, la cual os recomiendo encarecidamente. Disfrutad, por favor.
Que bueno!!! La modelo del disco de Cugat lleva el vestido de Saint-Laurent que viene ya pronto a Madrid para la retrospectiva del diseñador.
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