sábado, 2 de octubre de 2010

Alberto Contador

Alberto Contador, tres veces ganador del Tour de Francia, está en problemas. Se ha hecho público un positivo en la pasada edición de la ronda gala. Algo más de un mes después de analizar su muestra de orina, en lo que parece, claramente, una filtración interesada por parte de, probablemente, el laboratorio que analizó la muestra. La Unión Ciclista Internacional no se ha pronunciado durante éste tiempo porque la cantidad de Clembuterol hallada es muy pequeña, y parece ser que insuficiente para que el ciclista de Pinto hubiera sacado beneficio de su uso. Además han estado en permanente contacto con Alberto, solicitándole todo tipo de explicaciones, lo que nos dice que la UCI no lo veía, en principio, cómo un caso claro de dopaje, pues de lo contrario hubiera actuado con celeridad y contundencia. Hasta aquí todo apunta a algo normal y burocrático en la lucha que mantiene el Organismo contra el dopaje. Pero los acontecimientos se precipitan desde el momento en que la noticia se filtra y salta a la opinión pública. Lo primero y fundamental es que la UCI se apresura a suspender formal y temporalmente al corredor, dejándole vendido y a los pies de los caballos. Porque no lo hizo antes? porque no estaban seguros y no querían equivocarse con un positivo de un tres veces ganador del Tour y la trascendencia que esto tendría, cómo estamos viendo.                                                                                  En segundo lugar, Alberto convoca una multitudinaria rueda de prensa para dar su versión. Achaca el positivo a una carne que estaba contaminada y que le trajeron al equipo, desde España, para consumir el día libre de la carrera. Sinceramente, y desde mi admiración a Alberto, creo que esta coartada no se sostiene, tiene varias lagunas. El cuenta que la carne sólo la comieron, además de él, otros tres corredores del equipo, los cuales no pasaron control ese día. El resto del equipo no la comió porque bajaron al comedor antes que ellos. Dudas. Enseguida todo el mundo opina, cómo es normal, y ya tenemos a un prestigioso doctor que afirma, rotundamente, que para dar esa pequeña cantidad en orina, por ingestión alimentaria, no basta con comer un filete, se deberían ingerir... kilos!!! Quiero aclarar que el Clembuterol está prohibido por la UCI desde siempre y en cualquier cantidad, pues es un potenciador muscular y ayuda a la pérdida de peso. Se encuentra en el Ventolín, por ejemplo, y aunque Alberto es asmático crónico, durante las carreras debe usar otros productos.                                                                                                                    Luego aparecen los medios de comunicación franceses, siempre atentos a los corredores españoles, que aseguran en sus portadas que hubo una transfusión de la propia sangre de Alberto, sangre que estaba guardada. Ellos aseguran que en la muestra aparecen restos del plástico de las bolsas que se usan para almacenar la sangre, cosa por otra parte normal en los ciclistas. Esta teoría, de ser cierta, desmontaría totalmente la versión de la carne contaminada. El día de la rueda de prensa, oí en directo en una radio a la persona que llevó la carne hasta Pau, donde el equipo descansaba. La compró en Irun, no recuerda la carnicería y aseguró que se acababa de enterar de todo esa misma mañana. Si la UCI y Alberto llevan un mes hablando, porque nadie se puso en contacto con él? preguntarle acerca de la carne o la canicería, no sólo por parte de la UCI sino tambien por parte del entorno del corredor. No se ha podido comprobar con otras muestras de esa carnicería, si el Clembuterol forma parte de todos los solomillos que venden? Demasiadas preguntas. Por si fuera poco, la Asociación de Productores Cárnicos eleva sus protestas por la pésima publicidad que les ha hecho Alberto... y con razón, porque sin pruebas...                                                               Hoy un día después de que se desatara la tormenta, la UCI amenaza con una sanción de tres meses, sin duda presionados por franceses y alemanes, aunque Alberto ya dejó claro ayer que él es totalmente inocente y, en principio, no va a aceptar ninguna sanción. Hacerlo, aunque sean tres meses, implicaría muchas cosas negativas para su reputación. Pero el daño ya está hecho, sea inocente o no, siempre quedará ese lunar en la, hasta ahora, impecable carrera del pinteño.                                                                           Todo el mundo opina cuando salta un tema de la transcendencia de éste. También su ex-equipo, con el que ganó ese Tour, le pide explicaciones y pruebas que desvinculen la victoria del dopaje. El nuevo equipo de Alberto aún no se ha pronunciado, a la espera de la decisión formal de la UCI, pero logicamente, una sanción de tres meses, podría hacer incluso que rompieran el contrato unilateralmente. Mal asunto, además el mismo día se dan a conocer los nombres de otros dos corredores españoles que dieron positivo en la pasada Vuelta a España, ambos del Xacobeo y uno de ellos, encima, terminó segundo en la ronda española. Nuestro pais lleva mucho tiempo, demasiado, en el punto de mira de las autoridades anti-dopaje, y con razón, pues durante mucho tiempo, también, se miró para otro lado en este tema. La Operación Puerto fué el detonante, se descubrieron verdaderas barbaridades consentidas por médicos, directores y los propios corredores. Y ahí está el caso del murciano Alejandro Valverde, sancionado con dos años, sin haber dado positivo en ningun control!! sólo porque aparecieron en unos documentos incautados en la Operación, unas iniciales que coincidían con las suyas. Puede que no fuera cogido in-fraganti, pero cuando el río suena...            Seguiré el caso de Alberto, porque creo que es una persona honesta, y es posible, como él cuenta, que todo sea una monumental casualidad. Lo importante sería que le creyeran quienes le tienen que creer.

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