Matinal otoñal de domingo en El Retiro. Con la familia de paseo aprovechando los últimos rayos de sol de éste año. Que bien se está en esa isla verde!!! Con sus magos, sus actores, sus pintores, artesanos y brujas profesionales, y toda esa marabunta de almas que nos movemos sin rozarnos. Siempre que voy, es obligado llegar hasta la zona del Palacio de Cristal, y con el rabillo del ojo mirar al Palacio de Velazquez, por si estuviera abierto. El Reina Sofia tiene esos dos Palacios como sub-sedes donde programa expos, casi siempre interesantes. Pues bien ese día estaban abiertos los dos y en el de Velazquez dedicaban una retrospectiva a Miralda. Nunca había oído hablar de este artista catalán y, la verdad, el cartel de la expo no era muy alentador, al contrario, era más bien feo. Para adentro que es gratis. Para empezar, una chica muy amable nos regala entradas para cualquier día al Reina. Bien!
Y si hay algo que Miralda derrocha es humor. Humor antibelicista con sus soldaditos de plástico o humor grueso con sus platos de comida descompuesta por el paso del tiempo. Burla, como la de esa lengua gigante llena de lenguas pequeñas o la del rincón de aportaciones del público, lleno de detritus que la gente deposita. Y también reflexiones sobre el consumismo reflejadas en las cajas rebosantes de comida y en las neveras atestadas de alimentos que se atesoran como bienes imperecederos. En definitiva una expo sorprendente, de un artista multidisciplinar y divertido, al que a partir de ahora habrá que seguir. Y es que ese maravilloso microcosmos que es El Retiro, es lo que tiene... mucha vida y mucho Arte.
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